Por:Luis Mata García (Original: 05-mayo-2003; revisión, junio 2009)
Es atávico en el ser humano el afán de posesión, el deseo de destacar y la búsqueda incesante de la belleza y del sentido de la vida. Se colecciona con fines inconfesables y bizarros por un lado (asesinos en serie que reúnen víctimas similares, violadores que escogen un grupo selecto; antropófagos que reúnen los cráneos u otros objetos personales de sus víctimas, hombres o mujeres promiscuos que satisfacen sus instintos ancestrales catalogando amantes, dictadores que se solazan en el número de disidentes apresados o exiliados, etc, etc). Y por el otro extremo están los propósitos nobles (o por lo menos no tan bizarros) que motivan a alguien a iniciar una colección, entendiéndose como tal, no sólo la simple reunión de objetos similares, sino sus respectivas y necesarias clasificación, catalogación, ordenamiento, estudio y preservación. Dentro de esta última categoría destacan las colecciones “serias” de museos y galerías de arte, las colecciones de culto al ego (o a una sociedad ) de los museos antropológicos, la obsesión por el orden y el método de los taxónomos en los herbarios y museos de ciencias naturales.
Por pasión o por manía, por hobby o por negocio, por remembranzas o carencias. Todos alguna vez en nuestras vidas tuvimos la oportunidad de ser coleccionistas.
A continuación el "decálogo" o manifiesto libertario de un coleccionista:
1.- Liderazgo individual: Yo soy el lider conductor de mi vida. Yo decido hacia donde quiero dirigirla siempre en concordancia con los mas altos valores y en armonía con el medio que me circunda. Yo decidí sin presión ninguna ser un coleccionista. Yo me colecciono a mi mismo.
2.- Razones Atávicas: una colección es una reminiscencia de las pulsiones más primigenias en un ser humano: el cazador que busca objetos y el recolector que los atesora y los clasifica.
3.- Razones Eticas: Por mi voluntad de querer preservar los vestigios del pasado, por el deseo u obsesión de posesión. Razón remota en el tiempo que también está implícita en los animales no humanos como las hormigas, las marmotas, los mapaches.
4.- Razones Lúdicas: Por la mera satisfacción que me produce el pasar un tiempo considerable disfrutando del placer de ordenar y clasificar todos los items de la colección.
5.- Argumentos Espirituales: Dios, El Supremo Creador, me insufló aliento de vida, yo le alabo, le adoro. Y mi adoración se hace aún más grande contemplando la colección que es una representación mínima de su infinita creación.
6.- Motivos Estéticos: La belleza es muy relativa (como todo en este Universo): mientras que para un entomólogo son bellas las orugas de una mariposa monarca, para un lego en la materia serían espantosas y repugnantes criaturas. El ideal de belleza es lo que motiva los filatelistas a reunir sellos postales, se mira y se admiran los pedacitos de papel engomado como verdaderas obras de arte dignas de ser atesoradas por su belleza. Soy coleccionista porque soy un admirador de la belleza.
7.- Motivos psicológicos de sustitución y suplantación: Soy el gerente de mi existencia terrenal, soy un ser libre, real y auténtico. A veces quisiera volar, pero mi deseo es impedido porque no poseo alas ni tampoco sé pilotear una avioneta o helicóptero. Hay quienes coleccionan ítems relacionados con pingüinos (aves con alas que no pueden volar), porque se sienten identificados. Otros no podemos dar rienda suelta al espíritu aventurero y andar recorriendo selvas, identificando especies nuevas, conservando la biodiversidad, entonces coleccionamos ítems de hongos, moluscos, insectos, escarabajos.
8.- Motivaciones ambientales y de conservación: Al recoger una tarjeta telefónica abandonada en un teléfono, o despegar con cuidado una estampilla postal de un sobre dejado en un basurero, o disecar un pequeño insecto moribundo en la entrada de un edificio; estás ejerciendo un deber y un derecho de armonizar con el entorno y tus semejantes.
9.- Razones Filosóficas: Mi vida la rijo yo mismo sin ofender ni traumar al prójimo. ¿Hacia donde va mi vida y de donde vengo?. Las colecciones coadyuvan en mi búsqueda incesante de la verdad, la sabiduría, aumentan mi conocimiento del planeta en el que me desempeño como ser humano. Aumentan mi sentido de la belleza, refuerzan mi capacidad de ser libre, ayudan a mofarme de la realidad.
10.- Razones materiales: Colecciono porque ayudan a mitigar y a apaciguar el afán de posesión intrínseco en todo ser humano que se precie de tal. Las colecciones personales abren las puertas a la percepción sensata de exclusividad. Las colecciones actúan como suaves manos acariciando tu ego, es honesto decirlo, y abre puertas a la vanidad. ¡Vanidad de vanidades, Todo es vanidad¡. Dan sosiego al remoto prurito humano de destacar en lo que se hace. Una colección muchas veces es una fuerte inversión monetaria que se revaloriza en el tiempo.
11.- Razones sociales: A pesar que mis colecciones me abstraen del mundo también me sirven como instrumento socializador para con mi prójimo y como ente reforzador de mi creatividad individual, actuando a fin de cuentas como elementos facilitadores del sentido de reunión y comunión con mis semejantes que comparten iguales aficiones.
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