domingo, 21 de marzo de 2010

El Petroleo en el origen y siginificado de los nombres de los pueblos de America


Manicuare, Jusepín, El Alquitran, La Brea, Chapopote, La Baritina, Mene, Mene Grande, El Menito, La Locacion, son solo algunos de los nombres de centros poblados y lugraes geográficos repartidos por toda la geografía americana cuyo origen está vinculado a las actividades propias de la industria de los hidrocarburos o bien a la designación indígena para las manifestaciones superficiales de los hidrocarburos ya sea gaseosos o liquidos. En libro EL PETRÓLEO EN LA TOPONIMIA AMERICANA de Luis Mata García, publicado por el Fondo Editorial del Caribe en el 2009 se detallan los orígenes y denominaciones de estos lugares geográficos, desde Alberta en Canada, pasando por Mexico (con sus Chapopotes y Chapopotitos) y Venezuela (con sus Menes, La Alquitrana, etc.) hasta Argentina con La Brea.
En la obra se cita el caso de MENE, cuyo nombre parece derivar de la lengua Guajira, con significado equivalente a "betun o brea derretida". Los menes, como son conocidos en Venezuela, son emanaciones superficiales naturales (no inducidas artificialmente) de hidrocarburos. Este tipo de emanaciones son conocidas popularmente en Mexico como Chapopotes o Chapopoteras. Asi, Luis Mata García no solo explica en su obra el origen de los pueblos del Occidente de Venezuela que ostentan variantes de mene: Mene Grande, Mene de Mauroa, El Mene, El Menito, sino tambien el otros puntos geograficos de Norte y Suramerica donde el petroleo ha dejado su impronta.
La obra consta de 52 paginas y la edicion fue de 1000 ejemplares.

miércoles, 1 de julio de 2009

Numismática, Filatelia, Telecartofilia y otros oficios: Decálogo del coleccionista


Por:Luis Mata García (Original: 05-mayo-2003; revisión, junio 2009)


Es atávico en el ser humano el afán de posesión, el deseo de destacar y la búsqueda incesante de la belleza y del sentido de la vida. Se colecciona con fines inconfesables y bizarros por un lado (asesinos en serie que reúnen víctimas similares, violadores que escogen un grupo selecto; antropófagos que reúnen los cráneos u otros objetos personales de sus víctimas, hombres o mujeres promiscuos que satisfacen sus instintos ancestrales catalogando amantes, dictadores que se solazan en el número de disidentes apresados o exiliados, etc, etc). Y por el otro extremo están los propósitos nobles (o por lo menos no tan bizarros) que motivan a alguien a iniciar una colección, entendiéndose como tal, no sólo la simple reunión de objetos similares, sino sus respectivas y necesarias clasificación, catalogación, ordenamiento, estudio y preservación. Dentro de esta última categoría destacan las colecciones “serias” de museos y galerías de arte, las colecciones de culto al ego (o a una sociedad ) de los museos antropológicos, la obsesión por el orden y el método de los taxónomos en los herbarios y museos de ciencias naturales.


Por pasión o por manía, por hobby o por negocio, por remembranzas o carencias. Todos alguna vez en nuestras vidas tuvimos la oportunidad de ser coleccionistas.

A continuación el "decálogo" o manifiesto libertario de un coleccionista:

1.- Liderazgo individual: Yo soy el lider conductor de mi vida. Yo decido hacia donde quiero dirigirla siempre en concordancia con los mas altos valores y en armonía con el medio que me circunda. Yo decidí sin presión ninguna ser un coleccionista. Yo me colecciono a mi mismo.

2.- Razones Atávicas: una colección es una reminiscencia de las pulsiones más primigenias en un ser humano: el cazador que busca objetos y el recolector que los atesora y los clasifica.

3.- Razones Eticas: Por mi voluntad de querer preservar los vestigios del pasado, por el deseo u obsesión de posesión. Razón remota en el tiempo que también está implícita en los animales no humanos como las hormigas, las marmotas, los mapaches.

4.- Razones Lúdicas: Por la mera satisfacción que me produce el pasar un tiempo considerable disfrutando del placer de ordenar y clasificar todos los items de la colección.


5.- Argumentos Espirituales: Dios, El Supremo Creador, me insufló aliento de vida, yo le alabo, le adoro. Y mi adoración se hace aún más grande contemplando la colección que es una representación mínima de su infinita creación.

6.- Motivos Estéticos: La belleza es muy relativa (como todo en este Universo): mientras que para un entomólogo son bellas las orugas de una mariposa monarca, para un lego en la materia serían espantosas y repugnantes criaturas. El ideal de belleza es lo que motiva los filatelistas a reunir sellos postales, se mira y se admiran los pedacitos de papel engomado como verdaderas obras de arte dignas de ser atesoradas por su belleza. Soy coleccionista porque soy un admirador de la belleza.

7.- Motivos psicológicos de sustitución y suplantación: Soy el gerente de mi existencia terrenal, soy un ser libre, real y auténtico. A veces quisiera volar, pero mi deseo es impedido porque no poseo alas ni tampoco sé pilotear una avioneta o helicóptero. Hay quienes coleccionan ítems relacionados con pingüinos (aves con alas que no pueden volar), porque se sienten identificados. Otros no podemos dar rienda suelta al espíritu aventurero y andar recorriendo selvas, identificando especies nuevas, conservando la biodiversidad, entonces coleccionamos ítems de hongos, moluscos, insectos, escarabajos.

8.- Motivaciones ambientales y de conservación: Al recoger una tarjeta telefónica abandonada en un teléfono, o despegar con cuidado una estampilla postal de un sobre dejado en un basurero, o disecar un pequeño insecto moribundo en la entrada de un edificio; estás ejerciendo un deber y un derecho de armonizar con el entorno y tus semejantes.

9.- Razones Filosóficas: Mi vida la rijo yo mismo sin ofender ni traumar al prójimo. ¿Hacia donde va mi vida y de donde vengo?. Las colecciones coadyuvan en mi búsqueda incesante de la verdad, la sabiduría, aumentan mi conocimiento del planeta en el que me desempeño como ser humano. Aumentan mi sentido de la belleza, refuerzan mi capacidad de ser libre, ayudan a mofarme de la realidad.

10.- Razones materiales: Colecciono porque ayudan a mitigar y a apaciguar el afán de posesión intrínseco en todo ser humano que se precie de tal. Las colecciones personales abren las puertas a la percepción sensata de exclusividad. Las colecciones actúan como suaves manos acariciando tu ego, es honesto decirlo, y abre puertas a la vanidad. ¡Vanidad de vanidades, Todo es vanidad¡. Dan sosiego al remoto prurito humano de destacar en lo que se hace. Una colección muchas veces es una fuerte inversión monetaria que se revaloriza en el tiempo.

11.- Razones sociales: A pesar que mis colecciones me abstraen del mundo también me sirven como instrumento socializador para con mi prójimo y como ente reforzador de mi creatividad individual, actuando a fin de cuentas como elementos facilitadores del sentido de reunión y comunión con mis semejantes que comparten iguales aficiones.

12.- Razones de más peso: Colecciono porque contribuye más a mi estado de felicidad. Porque procuro un estado de bienestar armónico conmigo y los que me rodean.

Notas relacionadas: Origen del nombre del Peso

miércoles, 24 de junio de 2009

La Botánica en la Isla de Margarita (Mar Caribe, Venezuela): Sinopsis histórica


Basado parcialmente en información del libro
"Las Ciencias Naturales en Margarita"
Por: Luis B. Mata-García (2000).


Las investigaciones sobre la biodiversidad vegetal en Margarita, la mayor ínsula venezolana en el Mar Caribe, tienen su génesis en los escritos de viajeros y cronistas de Indias a partir del siglo XVI con la descripción de Gonzalo Fernández de Oviedo (1535) y Juan de Castellanos (1589), entre otros cronistas que fueron dejando su legado meramente descriptivo y a menudo en forma poética matizada de un incipiente "realismo maravilloso", hasta llegar al primer estudio científico en sentido estricto con la contribución de Adolf Ernst quien logró herborizar e identificar un total de 242 especies correspondientes a 57 familias publicando sus resultados con el título "Enumeración sistemática de las plantas observadas en la isla de Margarita" en 1876. En el siglo XIX, John Robert Johnston de la Universidad de Harvard publica las descripciones de 36 nuevas especies para la ciencia encontradas en Margarita y la hermana isla de Coche (1905), este preimer trabajo se ve complementado con un segundo publicado en 1909. Asimismo, contribuciones a la MUSCOLOGÍA fueron publicadas por Bermúdez (1978, 1980), a la MICOLOGÍA por Verde de Millán (1989), LIQUENOLOGÍA (Mata-García & Lampe, 1992, 1993, 1994) y aportes a la PTERIDOLOGÍA por Ortega (1982). En la monumental obra de Hoyos (1985), "Flora de Margarita", se ven reflejados los esfuerzos por obtener el inventario florístico de la Isla, y en la de Angel Félix Gómez (1996), "Margarita Vegetal", aspectos históricos y generales de la botánica en la isla neoespartana. Actualemente prosiguen los estudios florísticos en la Isla, necesarios pues ésta atraviesa por un acelerado proceso de transformación urbanística. Una adecuada divulgación científica de la botánica y los recursos florísticos de la Ínsula y su importancia en el entorno social y turístico redundará finalemente en una elevación de la calidad de vida.

Notas relacionadas:
Monumentos naturales de Margarita
Cuevas de Margarita
Origen del nombre de la isla Margarita

martes, 24 de febrero de 2009

Dinosaurios en Venezuela


La palabra “dinosaurio” deriva de dos vocablos griegos: deinos, “terrible”, y sauros, “lagarto”, siendo la denominación cientìfica para este grupo de animales extintos. La palabra fue “acuñada por primera vez por el británico Richard Owen en 1841 en el marco de una disertación en un Congreso científico anual de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia. Los dinosaurios vivieron solamente durante la Era geológica conocida como Mesozoico. Se han encontrado sus restos fosilizados en rocas sedimentarias cuya edad varía entre finales del periodo Triásico (hace unos 220 millones de años antes del presente), todo el Jurásico, hasta finales del período Cretácico (hace 66 millones de años antes del presente). Es decir, que los dinosaurios hicieron su vida en el planeta Tierra durante un periodo de tiempo que abarca aproximdamente 155 millones de años, lo cual es mucho tiempo si lo comparamos con los casi 100.000 años que tiene la especie humana sobre el globo terráqueo.

En el Triásico, los “lagartos terribles” comenzaron su periplo como grupo de organismos en un supercontinente denominado por los estudiosos del tema como “Pangea”. Esta enorme masa de tierra se fue fracturando durante el periodo Jurásico en el proceso conocido como “deriva continental”, primeramente en dos grandes continentes (Laurasia y Gondwana), continuando durante el Cretácico, cuando asumieron la disposición actual.

Precisamente fue en rocas del Jurásico de la Formación geológica La Quinta en las cercanías de La Grita, estado Tachira, donde fue encontrado en los años 90 del siglo pasado, restos de un dinosaurio que posteriormente fue denominado por científicos franceses como Lesothosarus. Este nombre científico quiere decir “reptil de Lesotho”, debido a que el primer esqueleto fosilizado fue originalmente descubierto en Lesotho (Africa) y ubicado taxonómicamente en la especie Lesothosaurus diagnosticus. Sin embargo en el IV Congreso Europeo sobre Paleontología de Vertebrados celebrado en España en 1999, el paleontologo Fabien Knoll del Museo de Historia Natural de Paris, sugirió que el Lesothosaurus venezolano pertenece en realidad a otro género de la familia Fabrosauridae. En todo caso, este dinosaurio “criollo” se supone era de tamaño pequeño, parecido a un gato doméstico o perro, de constitución ligera, de un metro de largo, con hábitos herbivoros, de cabeza pequeña, con hocico puntiagudo de muchos dientes cortos y afilados. El Museo de Biología de la Universidad del Zulia posee restos de este “dinosaurio venezolano”.(por: Luis Mata-García).

Notas relacionadas:
Dinoflagelados fósiles de Venezuela

lunes, 5 de enero de 2009

Origen de los Nombres de los Estados de Venezuela


AMAZONAS (Capital Puerto Ayacucho). Palabra de origen griego con que se designaba a una raza de mujeres guerreras que moraban en la Farmacia Asiática. Estas mujeres eran gobernadas por una reina y no permitían hombres en sus territorios. El nombre del estado fue erigido en honor al Río Amazonas, considerado el tercer río del mundo en extensión.


ANZOÁTEGUI (Capital Barcelona). Voz de origen vasco que significa “lugar de saúcos”. Sauco (Sambucus nigra). El nombre del estado fue colocado en honor al General de la Guerra de la Independencia José Antonio Anzoátegui (1789-1819).


APURE (Capital San Fernando de Apure). Voz de origen indígena (caribe) con que se designa al “olivo silvestre” (Capparis spp.), un arbusto con ramas provistas de escamas que produce un fruto de color rojo escarlata. Este arbusto también se conoce con los nombres populares de pachaco y pachaquito. El nombre del estado fue erigido en honor del Río Apure, principal afluente del río Orinoco.


ARAGUA (Capital Maracay). Voz indígena de raiz cumanagota (caribe) con que se designa popularmente al “chaguaramo” (Roystonea spp.); palma de tronco hinchado en la porción media, cultivado como ornamental. El estado lleva el nombre por el Río Aragua y sus valles.


BARINAS (Capital Barinas). Voz indígena, posiblemente chibcha, con que se denomina a un viento fuerte conocido como “viento barinés”. El vocablo también se aplica aun arbusto bajo (Cassia aculeata). El estado ostenta el nombre en honor a su capital, fundada por Juan Andrés Varela en 1577.


BOLÍVAR (Capital Ciudad Bolívar). Palabra de origen vasco formada por las voces “olo” que significa avena, o bien “bolu”, molino, y el sufijo “ibar” que designa la vega o ribera del río; por lo tanto bolívar equivaldría a “la vega de avena”, “la vega del molino” o “la ribera del molino”. El estado lleva el nombre en honor a Simón Bolívar (1783-1830).


CARABOBO (Capital Valencia). Voz de origen indígena (caribe) con el que se denomina popularmente a una palma (Carludovica palmata) conocida también como “jipijapa”, “iraca”, “atadera”, y “panamá”. Elnombre del estado fue erigido en honor al lugar donde se libró la Batalla de Carabobo (1821) que a su vez lo recibió de una fuente de agua (quebrada) que tiene el mismo nombre.


COJEDES (Capital San Carlos). Vocablo de origen indígena (caribe) que proviene de “coa” que quiere decir pueblo, gente o nación y “heri” que significa “ollas cocidas” o “cerámica”, por lo que infiere que Cojedes quiere decir “pueblo de cerámica” y por extensión o generalización semántica “pueblo de ceramistas”. Sin embargo, los indígenas arahuacos que también moraban en esos territorios empleaban la voz “coa” para designar un instrumento agrícola usado para cavar. El nombre del estado hace honor al Río Cojedes.


DELTA AMACURO (Capital Tucupita). Delta es un término geográfico para designar a la desembocadura en forma de abanico, de algunos ríos, por comparación morfològica con la mayúscula de la letra griega “delta”. Amacuro es voz indígena de origen guarao que proviene de “amacoro” que significa “presencia de la cotorra”, ave psitacida abundante en las bocas del Orinoco. El estado debe su nombre al Delta del Orinoco, principal río de Venezuela, y al pueblo de san José de Amacuro, capital del estado desde 1901 hasta 1905.


FALCÓN (Capital Coro). Voz de origen latino que proviene de “falco”, “falconis”, “halcón”, que es el nombre popuar de aves rapaces diurnas (Falconidae). El nombre del estado es en honor al Mariscal Juan Crisóstomo Falcón (1820-1870). Fue presidente de Venezuela (1863-1868).


GUÁRICO (Capital San Juan de los Morros). Voz indígena de origen arahuaco con que se denomina al “caro” (Enterolobium cyclocarpum), árbol de gran tamaño también conocido como “carocaro” y “hueso de pescado”. Sin embargo, Guárico también designa a una variedad de gavilán y en lengua guarao equivale a decir “cacería larga”. El nombre del río se deriva del Río Guárico.


LARA (Capital Barquisimeto). Existen varias versiones sobre el origen del vocablo Lara: usada para designar al árbol “samán” (Pithecolobium saman); voz de origen vasco que significa “lugar de helechos”, o de origen latino “lares” que identifica “lugar donde se coloca la lumbre en la cocina”. El nombre del estado Lara es en honor del general Jacinto Lara (1788-1859).


MÉRIDA (Capital Mérida). Voz de origen latino que proviene de “merere”, “mérito” que significa ganarse el retiro”, “terminar el servicio”. El nombre del estado deriva del de su capital, que a su vez alude al pueblo natal de su fundador Juan Rodríguez Suárez (Mérida, España).


MIRANDA (Capital Los Teques). Voz de origen vasco que significa “helechal”. El nombre del estado hace honor al Generalísimo Francisco de Miranda (1750-1814).


MONAGAS (Capital Maturín). Voz de origen latino que proviene de “monicus”, “monachus” y quiere decir monje, anacoreta solitario, fraile. El nombre del estado honra al general José Tadeo Monagas (185-1868).


NUEVA ESPARTA (Capital La Asunción). Esparta es voz de origen griego con que se denominó la antigua ciudad de Lacedemonia, donde la mayoría de sus ciudadanos eran guerreros heroicos. El nombre de Nueva Esparta es un homenaje que se le hace al heroísmo de los nacidos en la isla Margarita (una de las tres islas integrantes de esta entidad geopolítica) durante la guerra de independencia, porque hizo recordar la valentía de los ciudadanos de la capital de Laconia (Esparta).


PORTUGUESA (Capital Guanare). Portuguesa es gentilicio femenino de Portugal. Portugal es topónimo integrado por la unión de las voces "portus" (de origen latino) que siginifica puerta, entrada y "cale "(de origen céltico) que significa “pequeña ensenada”, por lo que se infiere que Portugal quiere decir “puerto de pequeña ensenada”. El nombre del estado hace honor al Río Portuguesa.


SUCRE (Capital Cumaná). Sucre es apellido catalán derivado a su vez del latín “scarus”, que significa amable, benigno. El nombre del estado fue puesto en honor al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre (1795-1830).

TÁCHIRA (Capital San Cristóbal). Voz indígena de origen timotocuica (chibcha), proveniente del término “Tachure”, con el que se designa a una planta conocida también con el nombre de túa-túa (Jatropha spp.). El nombre del estado hace referencia al Río Táchira.


TRUJILLO (Capital Trujillo). Voz de origen árabe que deriva de la antigua ciudad de Turgala que existió en la Provincia de Cáceres en Extremadura (España). Sufrió permutación fonética y gramática, pasando de Truxillo a Trujillo. No sólo es topónimo sino apellido ampliamente difundido. El nombre del estado es el de su capital que a su vez deriva del pueblo natal de su fundador el capitán extremeño Diego García de Paredes.


YARACUY (Capital San Felipe). Voz indígena de origen caribe usada para identificar palmas de troncos altos conocida también como “carata”, “palma redonda”, moriche redondo” (Sabal mauritiformis). Otras versiones apuntan que es vos de origen jirahara que significa “lugar donde las aguas están lejanas” y otras dicen que es el nombre de un antiguo cacique indígena.


ZULIA (Capital Maracaibo). Voz indígena de origen chibcha usada para denominar a una planta exótica conocida también con lso nombres populares de “avispita” y “palomita” (Lobelia erinus), de uso ornamental por sus flores azules. El nombre del estado se debe al Río Zulia que nace en la Serranía de Santurbán (Colombia) y desemboca en el Catatumbo (Venezuela).



miércoles, 10 de diciembre de 2008

Jóvenes decimonónicos y ruptura de paradigmas


(Por Luis Mata García. Publicado en diario "Correo del Caroní" el 21 de febrero de 1995)

El 12 de febrero de 1809 nace en Shrewsbury, Inglaterra, Charles Darwin; a la edad de 22 años, el 27 de diciembre de 1831, se embarca en el Beagle e inicia el periplo científico de cinco años y dos dias por las regiones de bahía (Brasil), Tierra del Fuego, Cabo de Hornos y las islas Galápagos que redundaría años más tarde en la formulación de su teoría de la Selección Natural y la supervivencia de los más aptos. Es así como en 1837, con 28 años de edad, inicia sus anotaciones formales sobre la transmutación de las especies, publicando dos años más tarde su libro “Diario de Investigaciones” donde relata sus experiencias en el viaje del Beagle. En el año 1859 es dada a conocer a la luz pública la primera edición de 1250 ejemplares de su célebre obra “El Origen de las Especies”, la cual se agota el mismo día de su puesta en venta en Londres.

Coincidencialmente, ese misma año fallece en Berlín a la edad de 89 años, el sabio naturalista alemán Alejandro de Humboldt, quien a la edad de 29, acompañado del médico y Botánico francés Aimée Bonpland (con 27 años de edad), recorrieron y exploraron en los albores del siglo XIX las entonces colonias americanas del Reino Español, siendo considerados los “descubridores científicos del Nuevo Mundo”. Ambos jóvenes realizaron numerosas colecciones de plantas, animales y minerales, describiendo una considerable cantidad de especies nuevas para la ciencia incluyendo las aves conocidas como “guácharos” (Steatornis caripensis), que le confieren su nombre a la cueva homónima de Caripe (Monagas, Venezuela), y sentando las bases de varias ciencias como la ecología, fitogeografía, mineralogía, geología, etc.

En 1804 Humboldt conoce en París a un físico y químico francés de 27 años de edad: Louis Joseph Gay-Lussac, que había realizado una audaz ascensión solitaria en globo a altura superior a los 7000 metros con el objetivo de medir el contenido de oxígeno del aire a diferentes altitudes y las variaciones magnéticas de la Tierra. Gay-Lussac fue, además, el científico que enunció la Ley de Dilatación de los gases.

En 1805, Humboldt se encuentra en Roma con un “muchacho” venezolano de 21 años, revolucionario, pequeño, de pelo negro y ojos tristes, que andaba deambulando por Europa de luto por la súbita y prematura muerte en Caracas de su igualmente joven esposa. El carajito caraqueño, impulsivo y soñador, le pregunta al alemán si en su opinión “las colonias españolas serían capaces de gobernarse a si mismas”, a lo que Humboldt contestó que éstas “ya habían alcanzado la madurez, pero no conocía a nadie que pudiera conducirlas a la libertad”. En su mocedad, el revolucionario idealista había recibido lecciones de Geografía y Gramática de de un joven dos años mayor que él llamado Andrés Bello y de otro conciudadano suyo con tendencias anarquistas de nombre Simón Rodríguez, quienes influirían decididamente en el futuro Libertador de casi un Continente. El genio visionario de América tuvo como lugarteniente a un destacado joven cumanés quien, comandando las tropas libertadoras, obtiene una imponente victoria militar en Ayacucho a los 29 años de edad, sellando definitivamente la libertad de la América española.

El retraimiento, la soledad y la incomprensión de sus semejantes constituyen las más siginificativa impornta en las vidas de estos jóvenes del siglo XIX, figuras universales que no permitieron que amilanaran sus voluntades frente a las adversidades y prejuicios de sus contemporáneos, permaneciendo consecuentes con sus sueños, metas e ilusiones, hasta ser coronadas sus obras, hoy por hoy reconocidas, respetadas y admiradas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

PLANTAS CARNÍVORAS EN VENEZUELA


(Luis Mata García). Un ser vivo del Reino vegetal se caracteriza fundamentalmente por poseer la sustancia química clorofila que le permite realizar el proceso de transformación de la energía luminosa del sol empleando dióxido de carbono del aire para finalmente elaborar productos alimenticios usados en su desarrollo vital y en oxígeno, el cual es liberado para su posterior uso por el resto de seres vivos. Sin embargo, no todas las especies del mundo verde poseen clorofila y por ello deben procurarse su alimento de otras maneras para lograr su supervivencia en el planeta, es así como han evolucionado muchas especies botánicas del tipo parasitario y del tipo carnívoro. Una de las especies parasitarias más bizarra del mundo es la Rafflesia arnoldii, la cual vive a expensas de una enredadera de la cual sustrae elementos nutritivos, una vez dadas las circunstancias ambientales necesarias esta planta parásita proyecta una flor pestilente que puede medir hasta un metro de diametro y pesar tres kilos. Esta especie es endémica de Indonesia. En Venezuela coexisten con nosotros otras plantas parásitas si bien menos bizarras, no por ello menos peligrosas, como por ejemplo las denominadas con el término vernáculo “guatepajarito”, pertenecientes a la familia botánica de las lorantáceas, u otras conocidas con el nombre popular de “cabello de angel”, perteneciente al género Cuscuta. Al igual que en el combate bíblico de David contra Goliat, éstas son plantas de reducidas dimensiones que eventualmente terminan matando a su infortunado hospedero, que generalmente es un árbol de proporciones mayores.

Las plantas con el “sindrome carnívoro” son aquellas adaptadas a la atracción, retención, captura y digestión de presas, generalmente pequeños insectos y batracios. Este síndrome se observa en ecosistemas marginales pobres en nutrientes y en nitrógeno. Una de las plantas carnívoras más conocida del mundo es la Drosera. Pertenece a un género cosmopolita distribuido desde el nivel del mar hasta los 3000 metros de altitud, agrupado en la familia botánica de las Droseráceas que comprende otros tres géneros. En Venezuela se conocen 14 especies de Drosera, encontrándose la mayor de ellas al sur del río Orinoco, alcanzando sólo dos de ellas la porción más septentrional del país, ubicándose en los estados Anzoátegui, Monagas y Sucre. La especie Drosera cendeensis es conocida exclusivamente de los páramos venezolanos, específicamente de los estados Lara y Trujiilo. Esta especie, presumiblemente endémica de Venezuela, fue descrita por primera vez para la ciencia en los años 40 por el célebre naturalista venezolano Francisco Tamayo, y constituye uno de los principales componentes del popular brebaje “díctamo real”, bebida producto del conocimiento etnobotánico regional, siendo el pintoresco pueblo de Carache en el estado Trujillo, uno de los centros de preparación de esta “pócima mística”. El polen de las especies de Drosera se caracteriza por formar tétradas espinosas documentándose sus primeras evidencias en el proceso evolutivo en el Cretácico, especificamente al periodo santoniense-coniaciense (80 a 90 millones de años antes del presente) considerado un excelente marcador fósil de esa edad, empleado por los paleontólogos de la industria petrolera en la búsqueda del oro negro.
(por: Luis B. Mata García)